Está claro que no se puede decir "de este agua no beberé", y me lo aplico directamente, así, sin más.. te explicaré más tarde el porqué.
Si me has leído alguna vez, ya conoces mi afición por el ganchillo, y si no lo has hecho, ahora ya lo sabes: es mi debilidad.
A lo que nunca le he encontrado sentido es a los amigurumies, en castellano diríamos, peluches tejidos con gancho pero, contrariamente a lo que yo pueda pensar, para los japoneses estos muñecos no son simples "objetos", sino compañeros con alma que proporcionan protección y consuelo a su dueño en momentos difíciles.
Y retomando mi comienzo de entrada, creo que no se te hará complicado adivinar cuál ha sido una de mis últimas labores, la primera de este tipo, pues sí...un amigurumi, un elefante monísimo.
El caso es que pensé en hacer una muñeca geisha que había visto en la red, pero me pareció complicada para ser una primera labor y busqué otra que fuera aparentemente más sencilla. Encontré a este pequeño elefante y me gustó tanto que no me lo pensé.
Por supuesto que los esquemas y las instrucciones estaban en el idioma nipón, intenté descifrarlos a mi forma, al igual que suelo hacer con los patrones de costura, y costaba bastante adivinar algunas partes, a si que rebusqué en la red hasta que dí con la traducción del texto.
Para los primeros puntos me ayudó mi amiga Elena que tiene mucha experiencia en esta materia, y después ya seguí sola. No es un patrón difícil pero tampoco es una labor de empezarla hoy y seguirla dentro de 1 mes ni tampoco muy recomendable para novat@s del ganchillo.
Lo que diferencia este esquema de otros patrones de este tipo, según lo que he podido leer, es que es continuo, es decir, salvo la tapa de la barrigota y las orejas que están cosidas, el resto del elefante está tejido en una sola pieza.
El material que elegí, fue una madeja fucsia de algodón de DMC del año catapún que tenía guardada de una de esas colecciones del kiosco que empiezas y nunca terminas, pero perfecta para mi animalito selvático.
Para ponerle ojos tenía varias opciones, pero opté por lo más sencillo que fue pegarle dos botones, y de colita, una trenza con el poco algodón que me sobró.
Te dejo aquí los enlaces al patrón japonés y a su traducción al castellano. Anímate a tejerlo, merece la pena ver cómo las hebras van cogiendo forma.
Te dejo aquí los enlaces al patrón japonés y a su traducción al castellano. Anímate a tejerlo, merece la pena ver cómo las hebras van cogiendo forma.
Y finalmente, como lo mío es buscar una función, a este pequeño le he encontrado una utilidad, espero no herir la sensibilidad de nadie:
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¡¡Gracias por leerme!!
